
El colombiano, ovacionado este domingo en el
Bernabéu, ya está completando unos buenos números en su primer año. Con
él, el Madrid carbura.
La ovación de gala que se llevó James Rodríguez cuando fue sustituido por Jesé en el minuto 61 del partido contra el Granada no respondía sólo al regreso del colombiano después de la lesión sufrida en el partido ante el Sevilla
el 4 de febrero. Tenía que ver también con las buenas sensaciones que
el colombiano ofreció y al convencimiento de que el Madrid se mueve
mucho mejor al ritmo del ex jugador del Mónaco, que dio una asistencia
preciosa de gol a Cristiano Ronaldo y pudo dar una segunda con un pase magistral con la pierna izquierda a Benzema con 0-0 aún en el marcador. Un centro milimétrico que remató el francés y que paró Oier.

El regreso de James pone a Ancelotti de nuevo en el aprieto de prescindir de, en principio, del colombiano o de Isco si se atiende a su idea de no mover la BBC y de mantener a Kroos y Modric en el once. Tiene dónde elegir.
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