El Real Madrid mereció más en el Calderón pero se encontró con un Oblak muy inspirado.
La eliminatoria entre campeón y subcampeón de Europa se decidirá el próximo miércoles en el Bernabéu. El Real Madrid fue mejor que su rival, especialmente en la primera mitad, pero Oblak, inspiradísimo, privó a los blancos de marcharse con ventaja al descanso. Con la presión muy alta y recuperando rápido el esférico, los blancos salieron dominadores en el Calderón. De hecho, en apenas diez minutos ya habían tirado tres veces a portería. Una de ellas clarísima, en un mano a mano de Bale en el que se lució el cancerbero rojiblanco en el 4’.
Cumplida la media hora de juego, y sin que el Atlético hubiese disparado aún a la portería que defendía Casillas, volvió a causar peligro Bale. Modric bajó el balón con la rodilla en el 31’ y se lo entregó al galés, que se sacó un obús desde más de 25 metros que obligó de nuevo a lucirse al meta local. El esloveno estaba siendo el jugador más destacado de los locales y lo corroboró seis minutos más tarde en una meritoria estirada al remate de James con el exterior desde la frontal.
El equipo blanco acabó imbatido por tercer partido consecutivo.
Sólido atrás
A 15 minutos del final, Ancelotti dio entrada a Isco en lugar de Benzema. En los últimos diez minutos, en los que Marcelo y Mario Suárez vieron tarjeta amarilla y se perderán la vuelta, los locales buscaron el gol con juego directo, pero la defensa visitante se mostró muy sólida y la portería blanca se mantuvo imbatida por tercer partido consecutivo. El Bernabéu dictará sentencia.
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